Investigación


Investigación sobre juegos infantiles como entrenamiento actoral grupal y como abordaje de un texto dramático.
Comencé a desarrollar este trabajo a partir del año 2002, cuando empecé a dar el nivel III de la materia Entrenamiento Corporal del Actor, de la licenciatura en Actuación del IUNA.
Había elegido como núcleo “El Espacio”, y a través de él, me propuse organizar los contenidos programáticos. Así, el espacio fue abordado en varias de sus dimensiones. La idea era transmitir herramientas técnicas y vivenciar a conciencia eso que permanentemente hacemos cuando actuamos: crear un espacio virtual equis en el espacio real en el que estamos trabajando (el escenario sea este como sea). Para ello la propuesta fue observar los signos que expresan las características de los lugares mediante las relaciones espaciales que objetos y personas entablan en ellos. Así fue que observamos y recreamos espacios públicos, personales, rituales, colectivos, internos.
En ese contexto, comencé casi sin darme cuenta esta investigación sobre los juegos de infancia.


      "Juegos de niños", de Brueghel el Viejo,  formó parte de mi obra Págicas Máginas. Algo de esta  investigación ya estaba latente entonces.


Así fue surgiendo un trabajo que abarca el training individual y grupal de manera simultánea (organiza estados de atención, la percepción de la totalidad del grupo trascendiendo lo meramente visual, la reubicación a partir de jugar otro rol del juego y cambiar la persepctiva, la motricidad, la plenitud del desempeño individual del rol estipulado para alcanzar la plenitud grupal, la comprensión de la parte y el todo) y también una vinculación de estos juegos con los textos dramáticos; ya que, luego de transitar gran cantidad de juegos,  procedemos a hacer lecturas del espacio mediante la abstracción en figuras geométricas y líneas de fuerza, que luego se pueden aplicar al trabajo sobre un texto.    Cómo los roles que plantea un juego organizan el espacio de determinada manera, y cómo esa organización del espacio plantea determinados vínculos y posibilidades (y no otros) y cómo esto se traslada al espacio escénico y ayuda a internalizar y comprender ciertos aspectos del texto; es, al momento, la parte más fascinante para mí de esta investigación. Llegar de algo aparentemente tan alejado como el Cigarrillo 43 o La Mancha o La Marinerita  a las líneas de fuerza, los roles, los vículos entre personajes, de una obra como Ricardo III o La Casa de Bernarda Alba o Romeo y Julieta o El montaplatos; llegar a esa complejidad jugando.


Investigación sobre las funciones del oído interno en la interpretación y la integración de estas al training del actor, bailarín o músico.
Esta investigación se inició en 2006, también en mi trabajo docente en el IUNA. Surgió a partir de un  entrenamiento dirigido a la problemática específica de la actuación, en el que estábamos utilizando el Sistema Consciente para la Técnica del Movimiento para abordar un texto dramático en una investigación personal. Los alumnos se encontraban trabajando simultáneamente; pero cada uno en su investigación individual. Y se llevaban adelante una serie de consignas del Sistema diseñado por Fedora Aberastury. En el estado de entrenamiento que había en el curso, esta situación posibilitaba que en los trabajos apareciera la simultaneidad de pensamiento-acción-emoción.
Observando en una alumna que, a pesar de cumplir con todas las consignas propuestas, llegaba a momentos en que su investigación se obturaba y la emoción se bloqueaba y paralizaba la evolución de su trabajo; sugerí el registro y apertura del oído interno y su investigación se organizó nuevamente, permitiéndole fluir en el texto-acción-imaginario-emoción. A partir de allí, en ese curso, comenzamos a incluir esta consigna en los trabajos; pero también a partir de ese momento me apareció una hipótesis con mucha fuerza (la vinculación del oído interno con los estados emocionales).


De allí en más comencé una investigación primero de manera individual y que, durante 2009, continuó en forma grupal mediante una Beca de Investigación del Fondo Nacional de las Artes (se sumaron Carina Resnisky, quien trabajaba conmigo en aquél curso del IUNA, Federico Mercado, mi compañero de entonces del grupo Luz de lágrima, y la Dra. Eugenia Fernández Gambinals, con quien había estudiado anatomía y neuroanatomía, psiquiatra e investigadora de los desarrollos en las neurociencias).
Gracias a esta Beca la investigación avanzó con velocidad,  incrementando nuestro bagaje conceptual y teórico y permintiéndonos diseñar un training a partir de las funciones del oído interno.
Claro que una vez cumplida la Beca, y dada la intensidad con que la inquietud sobre el oído interno se me había planteado desde un principio, surgió una derivación o profundización en los caminos internos y silenciosos del oído: la función vestibular.  A partir de lo investigado, en 2010 diseñé un entrenamiento al que llamé Estimulación Vestibular.


Investigación sobre la obra de Federico García Lorca.
Esta investigación empezó sin que me diera cuenta y se remonta a mi infancia.
Mi madre me inició en la obra de García Lorca. Antes de aprender a leer, escuché sus poemas y las canciones compiladas por él, en la voz preciosa de mi madre y su acento coruñés.
Mi madre nunca tuvo una visión conservadora sobre la obra de Lorca y, para mí, fue una sorpresa extraña cuando años más tarde me encontré con visiones conservadoras sobre su obra o una lectura “disociada” como si fuera la obra de dos personas. También hablaba mucho sobre la muerte de Lorca, para mí fue una figura viva tanto en su vida como en su obra y nunca lo recibí como perimido o del pasado, ni como  incomprensible o que había que tener una preparación especial para comprenderlo .
Supongo que del choque entre esa actitud ávida y desprejuiciada sobre su obra ,que aprendí de niña, y lo que intentaban enseñarme sobre su producción, cuando me formaba como actriz, surgió mi trabajo de investigación sobre su obra.


Tuve la suerte de asistir al seminario que se hizo en Palos de la Frontera, que fue una experiencia muy enriquecedora. Allí, escuchar a José Monleón hablar sobre la “metáfora de la fecundidad" en Lorca, un concepto que aparece en varios filósofos y escritores españoles contemporáneos de Lorca. También leer las obras una y otra vez, cada vez como si fuera la primera y a la vez, en la reiteración pudiendo descubrir los múltiples niveles de escritura. Reparar no solo en los argumentos, sino también en el modo de la escritura, un adelantado a su época en relación al uso de la escritura teatral como signo específico para el director o lector de teatro.  Leer cuanto libro sobre su obra se me pusiera en el camino. Enriquecer la lectura con otras lecturas, como siempre. No cerrar los interrogantes que no cierran de las cosas que “no comprendo” de su obra. No achicar la obra, no simplificarla, no menguarla. Investigar modos de llevar esta complejidad a la escena: espacio, actuación, sonido; porque Lorca atraviesa varios sentidos en la conformación de la obra (lo que suena; lo que se ve; lo que el personaje dice/lo que el personaje siente/lo que el personaje piensa, si piensa; la organización de los cuerpos en el espacio; lo que se cuenta y no se ve, pero el espectador verá en su cabeza, etc, etc.).
Por momentos esta investigación adquiere un modo visible, y realizo cursos o seminarios o artículos o puestas (incluidas las que no se llegan a estrenar y quedan truncas); por momentos, sigue su curso íntimamente, esperando la próxima oportunidad para salir a la luz y
hacerse ver.